Quién sabe si la fatalidad o el espectro de Mill Reef – que admite ser igualado, pero no superado- hayan sido los causantes de que el reciente y brillante ganador del Sussex no pueda ser de la partida en York, aquejado –como la mayor parte de sus compañeros de cuadra- por un maldito virus que le tiene tosiendo malamente.

O quizá la Divina Providencia haya tenido clemencia del hijo de Danehill, evitándole la doble posibilidad de tener que defender su trono de millero, o en los 2000 metros del Juddmonte, o en los 1000 del Nunthorpe, malévolo acto que perpetraba su entrenador, O´Brien, que declaraba algo que no puedo resistirme a transcribir: “...Reconozco que es poco habitual (la doble inscripción) pero no crean que vamos a correrle en las dos (¡jum!). Es terriblemente veloz y sólo Dios sabe hasta dónde puede llegar (en metraje)”. Opinen ustedes, que a mí me da la risa. Lo único irrefutable de estas palabras es que sólo el Sumo Hacedor conoce la distancia que tiene ROCK OF GIBRALTAR, porque Don Aidan tiene unos antecedentes en tal labor perfectamente patéticos. Supongo que el Altísimo también estará al tanto de lo que puso en el interior del cráneo del irlandés y –quizá por ello- haya enviado una tos al potro para evitarle una posible debacle que el animal no merece.

Disquisiciones absurdas aparte, lo que sí me cuestiono -creo que con seriedad- es si ROCK OF GIBRALTAR no correría el Sussex con el bichito incubando la posterior eclosión de la enfermedad. Confieso ignorar el tiempo de incubación en un caballo pero, si de un humano de tratara, entraría dentro de lo posible. Eso tiene dos conclusiones: la primera, que podría haber contagiado a todo bicho viviente que se encontrara en Goodwood a su vera y la segunda, que si corrió así con virus “incubante” ¿Cómo lo haría en perfecto estado de salud?

Lo muy lamentable es que los de Ballydoyle están “fregados”. Lamentable para ellos y para todos nosotros que nos vemos privados de los exclusivos galopes de muchos de sus pupilos. Gracias al Cielo, parece que –dentro del desastre- la cosa sólo ha afectado a las cuadras que albergan a los tres años, mientras que los de la generación precoz permanecen incólumes. Sin embargo, la baja obligada de HIGH CHAPARRAL, HAWK WING –al que el Juddmonte le habría venido al pelo-, SOPHISTICAT, LANDSEER y ROCK OF GIBRALTAR -un repoker de ensueño- entristece a la afición mundial. Ninguna noticia tengo de hasta qué punto es grave la dolencia pero, al pensar en QUEEN´S LOGIC, se me china la piel. Espero que nada tengan en común ambos virus.