Por CFGD La sospecha de que los tres años milleros del más alto nivel de esta temporada no abundan y la certeza de que esta edición del G1 St. James´s Palace Stakes no era de las más competitivas de los últimos tiempos, no han de restar un ápice de mérito a la abrumadora victoria de ARAAFA en una prueba que –tal y como se preveía- era carrera de un solo caballo.
En un recorrido comandado por el pacemaker de Ballydoyle, ARABIAN PRINCE, ARAAFA galopaba bien colocado cerca de la cabeza, aprovechando el trabajo que el de O´Brien supuestamente debía hacer para sus dos compañeros de cuadra pero que, en la práctica, resultaría más favorable al de Noseda. Cuando la liebre se agota y comienza a ceder, ARAAFA acelera, se pone en cabeza y la carrera acaba. Ni el fortísimo final por los palos del representante francés, STORMY RIVER –entrado último descolgado en la recta y eficazmente montado por un siempre excelente Peslier-, ni el tímido remate de los de O´Brien, podían nada contra el reciente ganador de las Guineas irlandesas que aprovechaba para desmentir con hechos que no había sido el terreno pesado encontrado en aquella ocasión en el Curragh el único elemento que había facilitado su victoria y que era capaz de repetir performance en condiciones muy diferentes. Potro serio, equilibrado y con buen final, el hijo de Mull of Kyntire confirma así la confianza que su preparador Jeremy Noseda depositaba en él y el constante progreso que le había demostrado en sus trabajos previos. Sus compromisos siguientes pasan por el Sussex, el Queen Elizabeth II, el Moulin y la Breeders Mile, descartándose a estas horas que vaya a ser reenganchado en el próximo Eclipse.
Tanto el ganador como el segundo estaban muy por encima del lote y así quedaba plasmado en el verde. Merece un comentario el equipo francés desplazado al evento: STORMY RIVER, N. Clement y O. Peslier. Este hijo de Verglas, nieto de River Mist y biznieto de Vacarme no cuenta –a la vista queda- con un pedigree de los que son habituales en carreras de esta entidad, a pesar de lo cual es un hecho incontestable que galopa y no poco. En una posición imposible a falta de escasos 400 metros, sobre una pista en la que remontar en esas condiciones es ímproba tarea, STORMY RIVER alcanzaba la segunda plaza, sin representar en ningún caso peligro para el ganador pero dejando al resto en evidencia. Distinto este potro tan relajado detrás –demasiado relajado y demasiado atrás- con el que tiraba como un loco en la Poule francesa. Se veía el trabajo que habían realizado en su cuadra para tratar de serenarle y de que no perdiera opción por excesivo desgaste en el recorrido. Es obvio que lo han conseguido pero Clement declaraba preferir un término medio: ni tan caliente como en Longchamp, ni tan frío como en este St. James: “creo que nos hemos pasado en la relajación”, concluía el entrenador. Excelente la monta de Peslier que vuelve a hacer gala de lo que aquí nunca se le discutió: su excepcional valía conduciendo un caballo. Crónica PREVIA
