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Francia - 15/05/07
LA PRINCESA SUPERA A LA REINA
Por CFGD
“¿Cómo puedo estar desilusionado con una potra como ella?”, eran las palabras con las que un Bolger tranquilo, nada descorazonado, concluía la entrevista que le hacía la TV francesa una vez concluida la Poule de Potras. Lo cierto es que la temporada prometía ser muy brillante para el preparador irlandés pero el hado parece haberle dado la espalda. Primero, con el percance sufrido por un Teófilo aspirante a la Triple Corona y ahora porque su sueño de lograr con FINSCEAL BEO un triplete único en la historia, se ha hecho añicos en la segunda manga. Se ha hecho añicos, eso sí, por una cabeza, en el mismo poste y a patas de una yegua que continúa imbatida, lo que da muestra de su excelencia. La Poule d´Essai des Pouliches corrida el pasado domingo en Longchamp, era ganada por DARJINA –Royer Dupré, Soumillon, Princesa Zarha Aga Khan-, una cabeza por delante de FINSCEAL BEO –Bolger, Manning, M.Ryan-, con RAHIYAH tercera, a cuerpo y medio y, mucho más atrás –dos y medio cuerpos- la Gosden de Abdulla COSTUME.
El inusitado –para los standards galos- fuerte tren de carrera corría a cargo de GALAXIE DES SABLES, con SESMEN –que siempre parece ir de caña- y PEACE DREAM a seguido, mientras que Manning, que se ha esforzado en poner a su montura en posiciones de vanguardia, circula cuarto, DARJINA en posiciones atrasadas y RAHIYAH última. Entradas las potrancas en la recta, Manning decide acelerar y coloca primera a FINSCEAL BEO, a falta de 300 metros para el poste. Por detrás, se han puesto en movimiento tanto DARJINA como RAHIYAH, en un rush veloz y poderoso de ambas. Soumillon, sobre la de la princesa, se apercibe con la meta ya muy cerca de que la irlandesa da señal de cierto cansancio, exigiendo a su montura un superior y último esfuerzo y DARJINA responde a sus requerimientos muy generosamente, metiendo una velocidad más alta en la misma línea de meta, lo suficiente para fotografiarse y ganar la carrera por una cabeza. En un final sostenido y serio, la Noseda RAHIYAH terminaba tercera, mejorando anteriores salidas.
Excelente la ganadora -así como la monta que le brindaba el belga- que confirma su paseo previo en la preparatoria de esta prueba, conservando su condición de invicta -algo siempre deseable- y demostrando ser una de las mejores de Europa sobre la milla. Será Royer Dupré el que decida el futuro inmediato de la hija de Zamindar, sin que aún haya optado entre el Diane y el Coronation Stakes, en el Royal Ascot. Luego, en el apartado de sandeces varias, destaca un fragmento de la declaración de Soumillon en el que aseguraba que la lluvia caída antes de la carrera había perjudicado a su potranca –ya era conocida su falta de apego al agua- al punto que, sin el chaparrón, “habría vencido por cuerpo y medio”. Menos lobos, Caperucita. Y la otra, una bobada principesca, la del Aga Khan que, con voz meliflua declaraba a Equidia que su hija era una gran criadora y que…”ella misma hace los pedigrees”. El “Monseñor” –como los franceses le titulan- podría haber empleado el sabio principio de que “no hay mejor palabra que la que está por decir”.Como criadora, la princesa está empezando y, por más que sus comienzos sean exquisitos, sospechamos que cuenta con no pocos medios para llevarlos a cabo y aún es pronto para tildarla de “gran”. En cuanto a que haga ella misma los pedigrees, uno no ve dónde está lo extraordinario. ¿Será que a una princesa le está vedada esa actividad personal y que por el hecho de ser Excelencia no puede descender a tareas tan bajas? Lo dicho, callado, mucho más guapo.
RAHIYAH estaba entrenada específicamente para esta carrera y a fé que Noseda cumplía con un cometido nada vulgar: reaparecer en una clásica, afrontando además el estadístico handicap de salir por un cajón exterior, lugar desde el que ninguna potranca ha sido capaz de ganar esta prueba en los últimos años. Entrada en la recta la última, remata con mucha calidad. Mejora mucho la hija de Rahy y se prepara para dar batalla en compromisos de igual fuste. COSTUME – aún no ganadora- corre de maravilla, dada su inexperiencia, poniendo de relieve lo que Gosden sabe de esta materia. Convendrá seguir su trayectoria. PEACE DREAM hace lo que puede, en una clase algo inferior, mientras que SESMEN pide a gritos o una tila caballar o que, sencillamente, la bajen de distancia. O ambas cosas.
Dejamos para el final a FINSCEAL BEO, no por derrotada aquí, menos reina. Sobre su actuación, hay distintas líneas de pensamiento: la de los que aseguran que era una burrada correrla con tan poco espacio de tiempo desde las 1000 Guineas –aspecto que inhabilita las declaraciones de su preparador al respecto y el hecho físico de que hubiera aumentado dos kilos de peso desde entonces- o la de K. Manning que echaba la culpa al empedrado, alegando que el agua caída antes de la prueba, había frenado su punta de velocidad. Quién esto firma no está de acuerdo con ninguna de las dos explicaciones a la derrota de la gaélica. Decía el genial Hangcock –hace casi un siglo ya- que los caballos de carreras están pensados y criados para correr y que sólo una mala salud, lesión, enfermedad o falta de recuperación normal del esfuerzo podía ser causa para que un elemento se quedara en la cuadra. Es una tesis que sostienen y aplican australianos y neocelandeses con no poca eficacia -dejando boquiabiertos a los europeos, animales como Choisir, que corría dos pruebas de envergadura con tres días de diferencia entre ambas-, sin que haya quién pueda decir que los animales allí criados no sean fuertes, poderosos, recios y más sanos que la generalidad. FINSCEAL BEO se había recuperado de su no tan enorme esfuerzo en las 1000 Guineas a la perfección y estaba lista para correr. Por otro lado, la excusa que pone el yerno de Bolger, Manning, respecto al agua, tampoco se sostiene. Es cierto que a FINSCEAL BEO le conviene una pista cuanto más seca mejor. Es asimismo cierto que el chaparrón que caía sobre Longchamp entre la primera y la segunda carrera era el diluvio universal -en intensidad que no en duración-, alcanzando el agua en un momento casi una cuarta en el piso, aunque la tierra pronto chuparía el exceso. Lo que no dice Manning es que, en Newmarket, con ocasión del Rockfel, sobre terreno de bueno a blando, FINSCEAL BEO se pegaba un paseo militar, sin que entonces la humedad frenara su sprint. A nuestro juicio, la derrota cabe atribuirse –amén de haber encontrado en su camino una muy buena potranca- a una equivocada monta de su jinete, apresurado en tomar la punta y poner tierra de por medio, sin dar el respiro debido en el momento adecuado, sin guardar reservas para lo que pudiera pasar, en una –se nos antoja- suerte de prepotencia que le jugaría una mala pasada.
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