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Hipódromo, Gr.I - 09/06/01
GRUPOS I. Inglaterra
Especial Derby (XI). Resultados: Coronation Cup
Por Coral Fernández y García-Diego De la astucia latina, el empleo del látigo y otros acontecimientos... Se ha celebrado en el Hipódromo de Epsom el primer Grupo 1 del meeting del Derby, la Coronation Cup, para caballos y yeguas de 4 años en adelante.
Un inteligente planteamiento de Godolphin, una monta astuta de Dettori, una dosis de ingenuidad impropia del veterano Eddery, un resurgir del pupilo de Cecil y una misteriosa monta de Quinn, conforman una Coronation Cup altamente decepcionante.
Desde los primeros 600 metros, se pudo ver que los Godolphin -justo al revés de lo que podía esperarse- llevaban bien aprendida la cartilla y, muy decididos, planteaban una batalla encaminada a equilibrar la aparente inferioridad de sus representantes y hacer valer sus propias cualidades.
Dettori, sobre MUTAFAWEK, estaba practicando descaradamente la que -en nuestros lares- llamábamos “de espera en punta”, obra maestra del rubio Carudel que, aplicada a caballos de un solo paso, dejaba al resto mirando y con todo el caballo en la mano.
Todos vimos cómo Dettori empleaba esa estrategia. Todos menos Eddery, claro, que asistió, sin inquietarse, a su derrota inminente. Y ¿Qué decir de Quinn? Que, tras emplearse a fondo en la recta, moviendo a su montura con ritmo y sin desaliento, a “brazo partido” -si se me permite el invento-, reduciendo con tesón la distancia que le separaba del primero, olvida que en el manual, como principio primero, se enseña que el látigo se empleará...para ganar. Y este era el caso, de libro. Porque con un par de palos, a 10 yardas del poste, WELLBEING habría sido el primero y se habría así evitado lo que ocurrió: que perdió por un auténtico pelo, exhibiendo su condición de burlado por la táctica del primero. Lo primero que pensé es que el jinete de Cecil había perdido la fusta pero, tras repetir el final una vez, cinco y ciento, pude constatar que no, que había salido a la pista con el equipo completo, que en su siniestra ostentaba el citado complemento...obviamente como ornamento.
Y, tras este desahogo, les cuento. Toma la cabeza MUTAFAWEK, primeros colores de Godolphin -y no EKRAAR como hubiera parecido correcto- y marca un paso -en los primeros 1000 metros- más cercano al de carreta que al selectivo; detrás, el resto, esperando acontecimientos y picando como tontos todos ellos.
A la salida de Tattenham, Dettori pega un tirón bajando la “cuestecita”, y sostiene un galope fuerte, uniforme y serio, guardando caballo en mano para repeler lo que pudiera aparecer. Con este movimiento, saca de paso a PETRUSHKA, y a MILLENARY... ni les cuento, que atacan por hacer algo, sin opción alguna, descompuestos.
Sólo WELLBEING parece mantener la lucha y, muy bien empujado, se va acercando a Dettori en esa recta final de Epsom que parece como el cuento, de nunca acabar. Y se emplea tan en serio que, a falta de muy poquito, se equipara al conductor, momento en el que un par de palos habrían dejado al descubierto la táctica del italiano. Pero no los dió -él sabrá por qué- y fue segundo, tan cerca que aún no comprendo cómo pudieron establecer otra cosa que no fuera el empate. Yo confieso que no podía ver margen alguno entre uno y otro caballo y el mismo Dettori decía que no estaba en absoluto seguro de haber ganado.
MUTAFAWEK es lo que es y no va a dejar de serlo: un fondista de pedernal, sano, fuerte y resistente, de un carácter no muy claro -ayer mostraba sus nervios en las preliminares- y, en conjunto, vulgarcillo. No es de los que me recomienda el hechicero.
La carrera de PETRUSHKA ofrece alguna disculpa: que era su rentree en el año, tras una pequeña lesión y que -definitivamente- no parece adaptarse a Epsom.
Y no puedo dejar de dar árnica en las heridas que he abierto al enjuiciar a Patricio que -para nadie es un secreto- es mi ojito derecho. Lamento que haya caído en la trampa que a todos tendió Lanfranco pero el extraño comportamiento de MILLENARY en el trayecto, como aquejado de mareos, me dan que pensar: ¿Y si no pudo con Epsom? Esperar y ver, ese es el secreto.
Que WELLBEING mejoraría no un par de kilos, sino un cesto, estaba más que cantado. Y por si alguien creía que el horrible comienzo de Cecil iba a ser la tónica del año, que se vaya despertando. Pero, vista la carrera, el de Cecil la ha perdido, si bien me queda la duda de que las órdenes de Quinn fueran de no emplear el látigo, bajo ningún concepto. De haber sido así, podía haber hecho lo que Villapadierna cuando Román Martín le montaba a un potro de dos años: en el paddock, antes de ensillar, le quitaba el látigo. Lo que no resultaba ser un arreglo perfecto ya que, si Román veía peligrar un triunfo cierto, sacudía al jovencillo unos sopapos bien recios, sopapos de toledano con fuerza, calor y nervio.
O como hubiera hecho Piggott, el látigo por los suelos, pues... se lo quito al de al lado y todos tan contentos. Vamos, que les aseguro que con Román o Lester ayer sobre WELLBEING, con látigo o sin él, un amigo muy querido, decepcionado y molesto, estaría hoy exultante, sacando pecho, sumando puntos que nadie podía echarse al coleto.
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