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Australia - 07/11/01
Melbourne Cup. Grupos 1
ETHEREAL sube al podio tras un emocionante final
Por Coral Fernández y García-Diego
La MELBOURNE CUP esta incuestionablemente incluida dentro de las carreras míticas mundiales, de las que el Derby es bandera. Es “la carrera que detiene el país”. Aún tratándose de una prueba que se celebra sobre la escasamente atractiva distancia de dos millas, los ciento cuarenta años que a sus espaldas lleva son suficiente testimonio de que no es una carrera de fondo cualquiera. Se trata, por el contrario, de los tres mil doscientos metros corridos más en serio en cualquier hipódromo y tiene bien ganada la fama de ser el recorrido más duro que pueda contemplarse. Y, a pesar de ser un hándicap –eso sí, el más rico del Orbe- es carrera muy deseada por propietarios y profesionales del medio.
La edición del año que irremisiblemente llega a su fin reunía un lote de 24 partants que quedaron reducidos a 23 durante la mañana, tras ser rechazada la participación del otrora favorito UNIVERSAL PRINCE por el servicio veterinario oficial, para –una hora escasa antes de la carrera- pasar a ser 22, por retirada de KAAPSTAD BAY, al encontrarse un terreno más blando de lo que sus responsables consideraban idóneo para él.
Ante una enfervorizada multitud de más de noventa mil almas –algo por debajo de la asistencia obtenida el año anterior, arredrado el personal por la pertinaz lluvia que caía- la yegua neocelandesa ETHEREAL, ganadora en su anterior salida de la Caulfield Cup, subía al podio de la historia de la carrera, batiendo casi en la meta por tres cuartos de cuerpo al Godolphin GIVE THE SLIP, con otro entrenado en Europa –PERSIAN PUNCH- en tercer lugar, a seis cuerpos de los de cabeza. Preciosa y dura carrera. Emocionante final.
Era el Godolphin hijo de Slip Anchor el encargado de tomar la punta, marcando un paso sostenido y muy serio. Le seguían, al pasar el poste de llegada por primera vez, Freemason, Persian Punch, Karasi y Marienbad, a la espera de que su compañero hiciera todo el trabajo sucio de la carrera. Justo detrás de ese grupo, al paso de los mil metros, esperan pacientemente Hill of Grace y Ethereal. El lote se acerca a la curva que precede la larga recta de Flemington, momento en el que GIVE THE SLIP acelera y se marcha, enfilando la recta final con más de seis cuerpos de ventaja sobre el pelotón, mientras Scott Seamer, el jockey de ETHEREAL, ha colocado fácilmente a su montura en la vanguardia del lote y allí espera a que su yegua se equilibre. Mientras, GIVE THE SLIP es exigido con la máxima dureza por Richard Hills y, a falta de trescientos metros para alcanzar la gloria establece un hueco con sus perseguidores que huele a victoria cierta. En ese punto, Seamer comienza a trabajar sobre ETHEREAL que suavemente, acelera el ritmo y reduce distancias sobre el conductor –que iba por los palos totalmente al límite- por todo el centro de la pista, mientras los demás aspirantes miran –eso sí, con prismáticos- el desenlace de la previsible lucha. Lucha que no existió porque la yegua, entera, peinaba al agotado caballo en la misma meta, batiéndole por tres cuartos de cuerpo. Tercero, a más de seis cuerpos, terminaba PERSIAN PUNCH, siendo cuarto KARASI, SKY HEIGHTS, quinto, y sexto, Rain Gauge.
Declaraba después Hills que aunque las imágenes percibidas en la televisión indicaban que la yegua le había vencido por bien poco, otra fue la realidad, porque cuando escuchó el galope de alguien que venía atacando, supo que sería batido con seguridad porque nada había guardado para plantear batalla en los últimos metros. Si les doy mi opinión, no será favorable a la manera de montar del jinete británico y sí encomiástica con la antológica monta que propinó Seamer a la ganadora. Hills exigió innecesariamente a fondo al de Godolphin a la entrada de la recta, poniendo la precisa tierra de por medio, pero sin reservar el más mínimo recurso de su montura para defenderse de un ataque que pudiera producirse en los metros de la verdad. GIVE THE SLIP estaba inerme ante lo que pudiera llegar, totalmente vaciado, sin respuesta posible. Tomó, además, Hills, el camino de los palos, mientras que Seamer llevó a la ganadora por el mismo centro de la pista, sin apoyo alguno. Poco inteligente lo de Hills y muy acertado lo de Seamer porque las lluvias incesantemente caídas en las últimas horas, habían dejado impracticable la vía de los palos, quedando en perfecto estado el centro de la recta.
PERSIAN PUNCH corría a su bola, alcanzando un meritorio tercer lugar, eso sí, a años luz de los de vanguardia e igualando la performance que obtuviera en esta misma carrera el año 1998. Con más pena que gloria terminaba el resto, destacando el oscuro séptimo lugar que ocupaba la opción favorita de Godolphin, MARIENBAD, y el decimotercero de CAITANO que, según palabras de su entrenador, no pudo con la distancia.
Durante la carrera se lesionó HILL OF GRACE, desmontando a su jinete. No pudo terminar el recorrido CURATA STORM, debido a una hemorragia.
Dettori, tras la carrera, se quejaba amargamente del estado en que había encontrado el hipódromo de Sandown, lugar que se había reservado para que pasaran la cuarentena los expedicionarios europeos. Al parecer, la pista de entrenamiento, de tan dura, estaba igual que una carretera y los repetidos trabajos de MARIENBAD –caballo muy grande con algún problema de espaldas, según parece- sobre superficie tan adversa, le habían dejado físicamente tocado. Con independencia de que el aserto del italiano fuera cierto, la impresión que yo tuve es que a MARIENBAD le faltó clase y le sobraron metros.
Todo lo contrario de lo ocurrido con su compañero de cuadra, GIVE THE SLIP, al que desde estas líneas me he hartado de alabar a lo largo del año, no obstante lo cual reitero mi admiración. Dicen sus responsables que aquí no lo sacaron de sicario, que corrió para sí mismo. No lo sé. No están los datos objetivos muy a favor de tal aserto. Lo que sí quedó en evidencia es lo bueno, lo duro que es y –sobre todo- el corazón y el entusiasmo con que acomete cada uno de sus compromisos. Hay que darse cuenta de que, de haber sido montado con algo más de inteligencia, podría haber ganado una carrera que figura entre las prioridades de su propietario que por cuarta vez intentaba llevarse el preciado galardón a sus –supongo- fantásticas vitrinas.
Fué el día de las damas
La ganadora, ETHEREAL, es un ejemplo de lo que la cría neocelandesa es capaz de producir. Yegua fuerte, dura, resistente, galopadora y veloz, con clase y salud. Que también hay caballos de las antípodas pencos, pues claro. No quiero decir que todos sean buenos, sino que todos están excepcionalmente criados. Nos dan sopas con onda a los restantes criadores del mundo, incluidos los americanos que –tanto del Norte como del Sur- son ejemplos sobresalientes dentro de la cría del pura sangre inglés. Su principal secreto reside en la cercanía a la Madre Naturaleza con que ejercen su actividad, cómo convierten lo que la cría del pura sangre de carreras ha llegado a ser: un ejercicio dirigido por el hombre que cada vez se sofistica más y se hace más artificial. Quién haya visto una cubrición en Coolmore y otra en cualquier yeguada de Wellington (Nueva Zelanda) comprenderá sin más palabras lo que quiero decir. La prueba final de lo fantástica que es la cría en la otra parte del globo es objetiva: observen el número de carreras que corren, la dureza de las mismas y los años que permanecen en entrenamiento y, de tener oportunidad, su aspecto físico. Los criadores de Australia y Nueva Zelanda han convertido en una raza más fuerte y natural la que fue dirigida y creada por la imaginación y el artificio del hombre varios siglos atrás, sin por ello perder la característica más buscada: la velocidad.
ETHEREAL, con su victoria, pasaba a ocupar un puesto destacado en la historia de la carrera: sería el cuarto caballo en lograr el doblete Caulfield Cup-Melbourne Cup en la última década, el undécimo de la historia y la tercera hembra en conseguir esa hazaña. Triple ganadora de Grupo 1, cuenta con 17 salidas, 7 victorias, 4 colocaciones y A$ 4 millones en premios. Nacida, criada, y entrenada en Nueva Zelanda, ETHEREAL es propiedad de sus criadores Peter y Philip Vela, el primero de los cuales –irónicamente- no quería correr esta prueba tras ganar la Caulfield Cup, prefiriendo la Hong Kong Cup. Hasta el último minuto estuvo considerando la posibilidad de no ser de la partida.
ETHEREAL es una hija de Rhythm (un Mr.Prospector) y nacida de Romanee Conti -una ganadora de la Hong Kong International Cup- hija de Sir Tristam y una hija de Vice Regal y, con su victoria, ha aupado a su padre al primer lugar de la estadística de sementales australiana que figuraba hasta hoy en poder de Danehill.
Pero hubo otra fémina protagonista del magno evento australiano: Sheila Laxon la entrenadora de ETHEREAL que aunque no sea la primera mujer que prepara un ganador de la Copa –y sí la segunda oficial y la tercera real- como se viene diciendo, tiene una historia que revela la determinación y entereza de Mrs. Laxon y que merece la pena conocer. Galesa de nacimiento, Sheila Laxon montaba para John Dunlop como aficionada hasta que en 1981 se trasladó a Nueva Zelanda. Hace ahora diez años, sufría una terrorífica caída en Gisborne (NZ) que llevó a los médicos a diagnosticar que no podría volver a caminar nunca. Seis meses en el hospital, dos años de dramática rehabilitación y una fuerza interior sin par desafiaban las opiniones médicas y Sheila Laxon volvió a caminar. Hoy, tras la victoria de su pupila en la más prestigiosa carrera de Australia, sólo acertaba a decir ante las cámaras: “Es una yegua super. La quiero mucho”. Una piensa que si alguien merecía tal triunfo precisamente era ella, la galesa Sheila Laxon. A tal señor, tal honor.
¡Ah! Olvidaba darles un detalle de cierta importancia: La Melbourne Cup se corre sobre hierba o, en el argot propio, “turf”.
Martes 6 de Noviembre 2001- Melbourne, Australia- Hipódromo de Flemington- TOOHEYS NEW MELBOURNE CUP- 3200 metros- Para 3 años y más- Terreno blando- 22 partants
Resultados Técnicos
1.- ETHEREAL (NZ), S.Laxon, S.Seamar
2.- GIVE THE SLIP (GB), Saeed Bin Suroor, R.Hills
3.- PERSIAN PUNCH (IRE), D.Elsworth, T.Quinn
4.- KARASI (IRE), D.Hall, G.Boss
Distancias: ¾, 6, ¾, cuello
Tiempo: 3m.21´08
No corredores: KAAPSTAD WAY, universal Prince
Desmontado: HILL OF GRACE
Parado: CURATA STORM
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