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Sevilla - 07/05/02
Dos Hermanas
Mucho más que una ciudad dormitorio
Jesús Ignacio LÓPEZ GÓMEZ
Dos Hermanas es una ciudad pujante, paradigma de un aserto de Domínguez Ortiz: “los pueblos felices son los que no tienen historia”. Y eso es cierto en lo que concierne al municipio de los doshermanenses, mas conocidos como nazarenos. Es una urbe casi sin pasado, pero con un presente asombrosamente fecundo; baste decir que de 39.677 habitantes en 1970 se ha pasado a una población estimada en 103.573 personas el año 2001, y 104.455 en Abril del presente 2002.
 Sita en El Alcor, fue Dos Hermanas una fundación de San Fernando, con ocasión de la conquista de Sevilla por el afamado rey en 1248. Y no fue sino hasta mediados del siglo XV cuando la ciudad que albergará el Gran Hipódromo adquirió su actual denominación.
Desde aquellas épocas pretéritas hasta las ultimas décadas de la pasada centuria, poco mas que reseñar: los siglos contemplaron con indeferencia ( o sea, con benevolencia) a este pueblo colindante con una rica vega de naranjas, y hortalizas, amen de los consabidos olivares. El municipio, que contaba a principios del siglo XX con menos de 8000 almas, tuvo en la primera mitad de aquel un modelo de crecimiento semejante al de otros asentamientos poblacionales agrarios de la campiña andaluza. Un pueblo sin mucho pedigree, con sus seculares celebraciones (preciosa es su Feria de Mayo) ,su Romería de Valme, la Velada de Santa Ana y con todos los dimes y diretes que de ordinario acontecer suelen en el cotidiano devenir de un lugar tranquilo, aun en esta etapa muy campesino y muy poco conocido en otros lares.
Mas desde 1987, con la aprobación del primer Plan General de Ordenación Urbana, el potente núcleo industrial que se había formado décadas antes no solo no capitidisminuyó, sino que adquirió unos visos insospechados de vigor. En todo esto es de resaltar que la ciudad que vio nacer a Cecilia Bohl de Faber, cuenta con un as en la manga: su situación estratégica. Es tan cercana geográficamente a Sevilla, que de esa cercanía han derivado consecuencias tan productivas para la urbe nazarena, como la de ser suministradora de productos para el mercado hispalense.
Con todo, la segunda revolución esta aquí comme il faut. ¿El milagro? Posiblemente la aprobación del 2º PGOU, Plan que va a dotar a la urbe de unas infraestructuras sobresalientes. Cerca de 9000 viviendas (8.765) en mas de 575 hectáreas van a unir el núcleo urbano de Dos Hermanas con la denominada zona de los “Quintos“ (Montequinto, Los Cerros, Torrequinto, Olivar, Condequinto...); se proyecta un nuevo mercado de abastos, la remodelación de la Plaza del Arenal, y obras tan significativas como la unión de la Universidad Pablo de Olavide con el núcleo de los Quintos en solo 10 minutitos cuando se termine la construcción del metro de Serba la Bari acabaran siendo una realidad, y un nuevo plus de beneficio para el pueblo de Los del Río (que caray, el arte florece por doquiera en este sur nuestro!)
 Y el hipódromo que se ha construido no es ajeno a esta elefantiasis (en expresión de mi admirado Jose Luis Murga) que parece destilarse de la ciudad nazarena. Un hipódromo sito en terrenos de 155 hectáreas,; con una tribuna espectacular y cómoda con un aforo mínimo de 5000 personas sentadas; unos accesos en los que podrán parquear mas de 3000 coches; belleza y funcionalidad; lujo sin elitismo.
Ubi sumus? En Dos Hermanas.
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