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- 20/07/02
17: SCEPTRE
La “Clasicómana”
Por St. Simon “SCEPTRE nació en 1899, “el año de la Revolución Bohemia”, como se dice en esa extraordinaria película de Baz Luhrmann, Moulin Rouge (la Kidman quita el hipo). Tenía SCEPTRE un origen de mucho lustre, a saber: por padre al excelente PERSIMMON, y como progenitora a ORNAMENT, propia hermana de un tal ORMONDE. Criada por el Duque de Westminster, en circunstancias normales su destino habría sido ir a parar a los establos de John Porter en Kingsclere... pero la vida de SCEPTRE no iba a discurrir por unos acaeceres precisamente convencionales. El susodicho Duque estiró la pata a finales del año en el que nuestra heroína vio la luz, y por ello en 1900 fue ésta vendida en subasta pública y rematada en la entonces enorme suma de 10.000 guineas por Robert S. Sievier, una especie de Tabor de eras pretéritas; ya saben, un punter o apostador profesional... pero Sievier era eso y algo más: aventurero, calmo, con poca moralina, taimado jugador de cartas, mujeriego contumaz y cazafortunas, acabó arruinado y se granjeó la enemistad de muchos: sin embargo, a pesar de los disparates que cometió con SCEPTRE, Mr. Standish Sievier debió ser todo un carácter, si es cierto eso de que “tantos enemigos, tanto honor”.
SCEPTRE, yegua castaña de buen físico y aceptable conformación, hizo su debut a dos años en Epsom (Woodcote Stakes), logrando un fácil triunfo, victoria a la que siguió otra en el July Stakes de Newmarket. Desgraciadamente, en su tercera y última salida en esta campaña precoz la yegua no compareció en su mejor condición, lo que explica su derrota a patas de los muy inferiores GAME CHICK y CSARDAS en el Champagne Stakes. Es interesante hacer notar que a 2 años “El Cetro” fue entrenada por Charles Morton, pero este firmó para 1902 un contrato en exclusiva con Jack Barnato Joel; por tanto, el trainer de SCEPTRE en la edad clásica sería... si, habrán adivinado. El mismísimo Sievier. Pintaban bastos, pero bastos y picas eran una ciencia no precisamente ignota para el owner-trainer de nuevo cuño. Ahora bien, entrenar con sapiencia...esa es otra, mon ami.
Como el ínclito Robert no era gilipollas, contrató los servicios de un assistant-trainer-groom-posavasos yanqui, adquiriendo unos establitos de nada en Wiltshire. Pero por ende prodújose el ulterior acontecimiento de estar nuestro hombre corto de circulante (los cinéfilos recordarán aquella escena casi anónima de Casablanca: “Remember...in cash”). Y cash necesitaba nuestro pájaro de cuenta, así que hizo reaparecer a SCEPTRE en la muy afamada por las pelotas preparatoria llamada Lincoln Stakes. Como fiel trasunto de JOHANNESBURG y su Gladness como trial para el KDerby, SCEPTRE fue batida contra todo pronóstico por el cuatro años REBELLINE...estooo, ST MACLOU. Lo que no sabemos es si constituyó tamaña derrota motivo de gozo o pesadumbre para su propietario. Piensen mal y acertarán.
Lo increíble es que tras la pantomima antes reseñada se enfrentó SCEPTRE con los machos en las 2000 Guineas, sometiéndolos a una merecida –eso es de mi cosecha- humillación, 2 largos de ventaja sobre PISTOL y ARD PATRICK con tiempo record incluido...¡y dos días más tarde, floreo en las 1000 Guineas!. Dos victorias clásicas en menos de 72 horas, ahí es nada, el ratito de una prisión preventiva. Y Sievier –aquí si que te queremos, muchacho- decidió correr a su joya en el Derby.
En el Derby nada salió comme il faut: pequeños problemas pre-carrera hicieron que llegara falta; tuvo una pésima monta del entonces muy tierno Herbert Randall, que arriesgó con un planteamiento valiente en exceso. Total, un decepcionante 4º puesto detrás de ARD PATRICK, RISING GLASS y FRIAR TUCK. Se llegó a comentar que esta derrota no fue muy del desagrado de su propietario, pues la nieta de ST. SIMON salía favorita evens (ya saben, 1-1). Creo que sucede como en la fábula de Perrault, y amargo tuvo que ser para Sievier no conquistar la mayor gloria de este mísero mundo: la Banda Azul del Turf. Como “pequeña” compensación, SCEPTRE se pego un paseo de collons en los Oaks dos días más tarde: ¡tercera clásica al morral!. Me señalará alguno que eran otros tiempos. Si, pero también para los coetáneos de la Reina que en honor a su nombre desbarató casi siempre el Cetro a cuanto machito osó plantarle cara.
A partir de este punto, comenzaron los desmanes con SCEPTRE, empezando por un apresurado viaje a París para disputar el Grand Prix, carrera esta en la que el partnership o habitual de nuestra yegua, Randall, mostró que tenía la misma química con ella que yo con el Cardenal Segura: escasísima. Aún así, tras regalar por el exterior incontables metros, escoltó a la excelente KIZIL KOURGAN. Tras ello, vuelta a las Islas para correr ¡la Coronation Stakes y el St. James´s Palace Stakes!. Decepcionó en la primera, pero frente al sexo fuerte la cosa fue coser y cantar...chica mala.
En lo que en los términos en que estamos hablando podríamos calificar de “larga ausencia”, SCEPTRE reapareció un mes más tarde en el Sussex, donde no hizo gran cosa por estar, según su mentor, “falta de preparación” (sic). Ganó el Nassau y concienzudamente se entrenó con la vista puesta en el St. Leger, carrera en la que literalmente trituró a sus rivales, de los que solo RISING GLASS opuso tímida resistencia. Pero no habría compasión con SCEPTRE, que tuvo que correr 2 diítas ms tarde el Park Hill Stakes, carrera en la que venció ELBA, una yegua 4 stones peor que la hija de ORNAMENT. Aunque Pegaso prestase sus alas a SCEPTRE, aunque Prometeo le robara el fuego a los Dioses para endosarlo a un ascendiente de nuestra campeona, de carne somos; bastante hizo nuestra muchachita con mantener el tipo.
A finales de año, Sievier estaba decididamente falto de recursos financieros...´vamos, mas tieso que uno que yo me sé. Mandó subastar a la Tetraclásica –si me permiten tamaña expresión- , pero no cubriose el precio de reserva. Por ello, SCEPTRE hizo su rentree a 4 años en el maldito para ella Lincoln S, terminando en una penosa quinta plaza. Tras esto, fin del “romance” con Sievier, que la vendió por 25.000 libras a William Bass, propietario de buen criterio que contaba a la sazón con el excelente Alec Taylor como trainer. El señor Taylor, que declaró encontrar a SCEPTRE “en un estado deplorable”, hiló muy fino con ella, ganando el Hardwicke Stakes. Luego SCEPTRE tomó parte en una de las más extraordinarias carreras de todos los tiempos, por lo visto o leído aún mas colosal que el GRUNDY-BUSTINO, el MTOTO-REFERENCE POINT o el GIANT´S CAUSEWAY-KALANISI-SHIVA-SAKHEE-FANTASTIC LIGHT del Eclipse 2000. Fue también en la carrera que rememora al crack hijo de SPILETTA, pero sucedió en 1903: una titánica lucha sin cuartel desde los primeros metros entre ROCK SAND (ganador del Derby ese año), SCEPTRE y su viejo rival ARD PATRICK, que prevaleció por un cuello tras exhausta cabalgada, con nuestra hembra segunda.
Con un merecido descanso, SCEPTRE alcanzó su orto en el Jockey Club Stakes, machacando al excelente ROCK SAND por 4 cuerpos, y de paso demostrando que, de haber sido llevada su vida de carreras de otra forma, quizás nadie hubiera podido con ella. Conjeturas. Lo cierto es que terminó maravillosamente el año: brillantes triunfos en el Duke of York (carrera en la que se vio literalmente atrapada por un muro de caballos, muro que soslayó por mor de su divinidad y su coraje), el Champion Stakes y el Limekiln Stakes, ambos en Newmarket.
En 1904 los esfuerzos pasados le hicieron mella con saña: batida sin paliativos en la Coronation Cup, el Hardwicke y la Gold Cup. Acertadamente decidiose su retiro, pues para empeorar las cosas se había vuelto inapetente, convirtiéndose en una caricatura de lo que antaño fue.
No engendró ningún hijo o hija de relieve, pero sus descendientes en línea troncal femenina directa la han hecho aún mas inmortal: de SCEPTRE descienden RELKO, RELIANCE, MATCH III, RED BULLET, COUNTRY GARDEN, SUNNY JANE, CRAIG AN ERAN, BUCHAN, TAMAR, ST GERMANS, PETITION, NOOR, ZUCCHERO...y los que vendrán.
SPECTRE, cetro imperecedero. Vencedora de 4 de las 5 clásicas inglesas, cosa que nunca, nunca más se repetirá. Sin duda alguna, uno de los iconos de la historia del turf. Una yegua por la que siento especial ternura, y que merece estar en mi lista. Al menos en la mía. Salve!. Para acceder a más noticias relacionadas, pincha aquí
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