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Australia - 28/10/02
WORLD SERIES: NORTHERLY repite
El numeroso público australiano jaleó a SUNLINE y a su entrenador, ambos kiwis.
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La décima manga de la World Racing Series tenía lugar el Sábado en el Hipódromo de Mooney Valley, en Melbourne, Australia. Era la Cox Plate, sobre 2000 metros, que reunía uno de los más selectos lotes posibles del momento, incluido el actual leader de la World Series, el Godolphin GRANDERA.
Pero ya decíamos que este era un plato excesivamente fuerte para el hijo de Grand Lodge porque la oposición australiana no es baladí. Y así fue. La victoria correspondió por segunda vez consecutiva a NORTHERLY  que batía por un cuerpo a DEFIER, con GRANDERA tercero, a un cuello y cuarta la campeona SUNLINE, un cuerpo detrás. Condujo como en ella es habitual, SUNLINE, aunque en esta ocasión a un tren mucho más liviano de lo que suele, con NORTHERLY en segunda posición a la expectativa, DEFIER cuarto y GRANDERA en mitad del pelotón. En la curva que precede la recta definitiva, NORTHERLY se iguala con la campeona y la rebasa, marchando en pos de la victoria, mientras DEFIER presenta un fuerte ataque que le sirve para pasar también a SUNLINE, pero que resulta inoperante con NORTHERLY, al que escolta un cuerpo detrás. Entretanto, Dettori ha comenzado a pedirle el máximo esfuerzo a GRANDERA a falta de 600 metros para el poste y progresando por todo el exterior, logra alcanzar la tercera plaza, batiendo por un cuello a SUNLINE.
 NORTHERLY demostraba su gran categoría, obteniendo su segunda Cox Plate consecutiva y pasaba a ser el primer caballo en lograr el doblete Caulfield Cup-Cox Plate desde que Tobin Bronze lo lograra en 1967, extraordinaria hazaña conseguida, además, en el lapso de siete días. DEFIER confirmaba que, en su anterior salida, no había batido a SUNLINE por azar, exhibiendo un galope poderoso que, sin duda, ha de llevarle a triunfos del más alto nivel. El Godolphin GRANDERA, el enigmático hijo de Grand Lodge que tan bien conocemos en Europa, era un excelente caballo ya antes de esta carrera pero su performance aquí consolida un valor de excepción. Porque –repito y repetiré- las carreras australianas de elite –oficialmente catalogadas como Grupos 1, frente a los GRADOS 1 de USA y Japón- y los caballos que suelen competir en ellas, no son fáciles enemigos, sino performers duros, fuertes, resistentes, correosos y luchadores, capaces de las mayores hazañas en su terreno. A mí me parecía imposible el triunfo de GRANDERA en esta décima pata de la World Series y, a pesar de que los hechos me han dado la razón, he de reconocer que el de Godolphin ha realizado la mejor performance de su vida. No entiendo pues las declaraciones de Dettori post carrera en las que aseguraba que el suyo era el mejor caballo de la prueba y que, con 200 metros más habría ganado. No han sido palabras del agrado de los australianos que se limitan al hecho objetivo de que dos de los suyos le han batido, ninguno de los cuales es responsable de que la carrera no se corriera sobre 2200, metraje que, al parecer, necesitaba el milanés, alegando que los metros –los mismos para todos- eran conocidos públicamente antes de la prueba. Como a los “aussies” lo que les sobra es sentido del humor ahora se refieren a GRANDERA como “al que dicen en Europa es el mejor caballo del mundo en la media distancia”... Simon Crisford –el del momio- se ha mostrado mucho más razonable, declarando que se encontraban muy satisfechos de la performance, que no cabía poner como excusa el trazado tan cerrado de Mooney Valley (tan poco propicio para la acción de su caballo) y que quizá intentaran la aventura el año próximo. Por lo pronto, piensan disputar el 15 de Diciembre la Hong Kong Cup.
 Pero con ser la Cox Plate 2002 un acontecimiento de auténtica excepción, la verdadera historia, en forma de vieja yegua –SUNLINE- entraba en cuarto lugar, a un cuello de GRANDERA, tratando en todo momento de rechazar los ataques que le sobrevinieron, sin la fuerza –empero- de otros tiempos, en la que era su última salida a la pista. Y, regresando lentamente hacia las tribunas, el numeroso público que las poblaba y el que había bajado al verde para verla de más cerca, rompía en entusiasta ovación, jaleando tanto su nombre como el de su entrenador y propietario, Trevor McKee. El hecho es histórico porque no cabe olvidar que el escenario en que la multitud aclamaba a los citados era Melbourne, Australia, mientras que SUNLINE y Mc Kee son kiwis...Una extraordinaria yegua lograba disipar las diferencias ancestrales que entre vecinos son tan comunes y todas las voces aussies eran un clamor de admiración por una yegua de siete años, kiwi hasta las cejas...Lo cierto es que, al término de la carrera, cualquier recién llegado al hipódromo habría creído que era SUNLINE la ganadora de la prueba, tan acogedora y cálida recepción le brindaban sus incondicionales a su regreso a balanzas.  Con lágrimas en los ojos, Greg Childs que ha montado a la campeona en 33 de sus salidas, la paseaba ante el público lentamente como si hubiera ganado y apenas si podía articular palabra, tanta era su emoción: “Ella siempre estará viva en mi memoria”. Propietario y entrenador del caballo ganador, NORTHERLY, prefirieron sumarse al homenaje de despedida de un pura sangre irrepetible, un pura sangre que, entre otros múltiples títulos cosechados tanto en su país natal como en la misma Australia, era incluída hace dos meses en la Galería de Personajes Famosos de las carreras australianas.
Una hora después de terminadas las carreras, SUNLINE, cubierta con una manta marrón con reborde verde, paseaba por el paddock conducida por su moza, Claire Bird, a la espera del camión que había de embarcarla hacia Flemington. No estaban sólas. Una sorprendente cantidad de aficionados permanecía en el recinto en honor de tan querido animal.  Más noticias relacionadas con la Racing World Series
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