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Gran Bretaña - 21/10/03
NEWMARKET: CHAMPION ST.
Italia, esa desdeñada.
Más noticias relacionadas con esta carrera Por CFGD Llovía sobre mojado –metafóricamente- en Newmarket, cuando se daba la salida a la quinta del programa, el Grupo 1 estrella, el Emirates Airline Champion Stakes, postrer coletazo de la elite de las carreras europeas de la temporada, que iba a registrar la inesperada victoria del italiano RAKTI.  En tarde tan preñada de emociones, la expectación por ver el galope de varias estrellas europeas había alcanzado entonces su nivel más álgido, al tiempo que circulaba profusamente el dinero en defensa de la probabilidad de los cuatros preferidos por los entendidos: ALAMSHAR, RUSSIAN RHYTHM, NAYEF y VESPONE, aunque un examen minucioso de las sumas apostadas indicaba, o que muchos italianos poblaban el recinto o que algo se cocía en la cuadra del entrenador, M. Jarvis, ya que RAKTI estaba muy sostenido en las apuestas, cotizando tan sólo 11 a uno.  Lo que parecía imposible se iba a producir: el nuevo fracaso de los cuatro a los que el papel mayor probabilidad señalaba, que cedían en bloque su ficticia supremacía a otros cuatro que poco o nada tenían que rascar, de acuerdo con lo que los números indicaban: RAKTI (11 a uno), CARNIVAL DANCER (33 a uno), INDIAN CREEK (25 a uno) e IMPERIAL DANCER (¡66 a uno!) que copaban los lugares de privilegio de este Grupo 1. Los patos disparaban a las escopetas. La gloriosa reinaba. Los bookies hacían caja. La cátedra “se volaba” por la puerta de atrás. Pero...carreras son carreras... Aparecen al frente del lote ALAMSHAR por los palos, NAYEF en el centro y VESPONE –libre, ágil y aislado- por fuera, marcando un paso vivo. Tras ellos, RAKTI, RUSSIAN RHYTHM y el resto, cerrando INDIAN CREEK. Transcurrida una milla, los tres punteros se hunden, surgiendo con mucha fuerza RAKTI que afronta la colina con notable velocidad y se marcha hacia la meta, impotente RUSSIAN RHYTHM -que le ataca- de llegar siquiera a su altura, cediendo también. Por detrás, CARNIVAL DANCER se ha metido “por narices” en una calle por la que trataba de transitar KAIETEUR, empujándole sin miramientos, arruinando su probabilidad y probablemente causándole una lesión, ya que estaba cojo al terminar la carrera. Pero la segunda baza del Cheveley Park impuso su fuerza y, con una buena punta de velocidad alcanzaba la segunda plaza, a dos cuerpos del ganador, mientras por el exterior, INDIAN CREEK remataba a ser tercero, a cuerpo y medio e IMPERIAL DANCER, muy molestado, por el centro, ocupaba el cuarto lugar, tres cuartos de cuerpo detrás.  Un resultado anormal, se quiera o no, que no refleja el valor auténtico de los protagonistas, pero que es susceptible de alguna que otra explicación. Vean: cierto que estamos al final de la temporada; que ésta ha sido larga y dura para los más encumbrados; que NAYEF ya había gritado en su última salida estar harto de habas, exigiendo una jubilación que su estado de forma hacía forzosa; que RUSSIAN RHYTHM también había desarrollado una campaña ardua y corría en distancia excesiva; y que, finalmente, VESPONE, no confirmaba sus performances galas ni las esperanzas que en él depositaba su entorno. Todos ellos argumentos verosímiles, posibles atenuantes de tan contrarias actuaciones. Lo que no admite razonamiento que pueda sostenerse en pie es la actuación de CARNIVAL DANCER ni la posterior magnanimidad de los comisarios ingleses que privaron a KAIETEUR de las £6,000 que una sexta plaza reportaba, sin descartar que habría quizá podido alcanzar una mejor posición de no haber sido brutalmente empujado por el de Holland. CARNIVAL DANCER ya no es un chaval y todos los aficionados conocemos sus características, defectos, gustos y virtudes, entre los que siempre ha figurado –no hay sino que tirar de hemeroteca- su aptitud al barro. Pues bien, una quincena atrás, el hijo de Sadler´s Wells disputaba, en la pista pesada de Longchamp, el G2 Prix Dollar, carrera muy asequible para su lucimiento, en la que corría como un burro. Mrs. Perrett disculpaba, tras la carrera, tan mala actuación aduciendo como causa el barro, una superficie que siempre le encantó pero que, al envejecer, había dejado de hacerlo. Miente cual bellaca, la señora, porque su pupilo se había calzado en Francia unos meses atrás sendos Grupos 3, en los que la pista tenía la calificación de blanda. ¿En qué quedamos, pues? Todo lo anterior no debe, sin embargo, ir en desdoro del ganador, un caballo que ya había sacado a relucir su calidad en el Royal Ascot cuando terminaba segundo de NAYEF en el G1 Prince of Wales´s Stakes, dónde se lesionó. En el Champion, reaparecía desde aquello, encontrándose fresco en medio de tanto caballo cansado lo que, unido a su indiscutible clase y al hecho de que el fuerte tren de carrera le beneficiaba, evitando su desgaste, dan argumentos de sobra para justificar su victoria. Una victoria que no ha de ser la última, vista su forma de galopar, impresión que corrobora su entrenador, M. Jarvis, que cree poder ganar con él cualquier carrera entre 1600 y 2000 metros, por más que RAKTI sea ganador del Derby ITY sobre la milla y media. Dicen que la historia se repite y es lícito pensar que, cuando la primera vez ha sido injusta, en la segunda rectifica. Eso es lo que puede haber ocurrido a RAKTI, un elemento con mucho carácter que el pasado año se negaba a entrar en los cajones con ocasión precisamente del Champion Stakes, quedando en tierra. Este sábado tomaba cumplida revancha de aquello.  RAKTI es un Polish Precedent nieto de Rainbow Quest que actualmente pertenece a Gary Tanaka y al que entrena el veterano inglés M. Jarvis, muy habituado a correr en los distintos hipódromos europeos. Pero RAKTI es un caballo italiano, criado por la Azienda Agrícola Francesca que pertenecía a la Scuderia Rencati hasta que, al final de la temporada pasada, fue adquirido por el nipón Gary Tanaka. Corría pues para los colores transalpinos a dos y tres años, entrenado por E Borromeo y siempre con la monta de M. Demuro. Potro de mucha calidad, invicto en las seis primeras salidas de su vida, dos de ellas a dos años, incluyendo el G1 Derby Italiano. Sus cuatro participaciones siguientes –también el Champion 2002- hablan de mal carácter, problemas en cajones y las consiguientes negativas performances. La experiencia nos dice que es raro –si no imposible- el caballo malo intrínsecamente, generalmente todo el que adquiere un comportamiento intratable no hace sino defenderse de situaciones vividas y vívidas –no hay que olvidar su memoria- que le han producido cualquier daño. En el secreto del sumario queda qué pudieron hacerle para que su comportamiento llegara a las cotas negativas a que llegó el pasado año, pero el detalle de su jockey habitual entonces, M. Demuro, de pegarle latigazos en la cara –de lo que se arrepentiría más tarde- al negarse a entrar en los cajones en el pasado Champion, es suficiente indicio de que algo había pasado en el manejo diario. Esta temporada ya se encontraba en manos de Jarvis quién, consciente de que el problema del caballo no era una futesa, lo dejó bajo las cuidadosas manos de Steve Dyble, un mozo al que apodan Yarmy que, en unos meses, ha logrado dar confianza a un animal resabiado por anteriores malos tratos. Con un arte conocido en el mundillo local, Yarmy –muchos años trabajando para Cecil- dice haberse limitado a sacarle cada mañana al paddock durante el invierno, meterle por la noche a su box, hablarle, acariciarle y premiar su buen comportamiento. Parece que ahora el animal reconoce su voz desde más de 30 metros. Ahora Yarmy le acompaña a los cajones, le pone el capuchón y los problemas pasados quedan en el olvido. Ni que decir tiene que desde que RAKTI está bajo los cuidados de Jarvis, sus performances han cambiado como de la noche al día: vencedor en su primera salida para los nuevos colores en mayo de este año, en el G1 P. Presidente Della Repubblica, era segundo del Prince of Wales´s en el Royal Ascot, lesionándose. Reaparecía este sábado en Newmarket, con el resultado ya conocido. Muy probablemente quede en entrenamiento al año que viene, aunque aún podría disputar este año alguna carrera, ya sea en Japón o en Hong Kong. Un consejo: no dejen de tenerle en cuenta…es un purasangre ITALIANO.  Italiano, decíamos y lo recalcamos. Porque ya va siendo tiempo de que los caballos transalpinos dejen de ser considerados por los “grandes” -franceses, ingleses e irlandeses- como elementos exóticos, tercermundistas, folklóricos, animales de medio pelo que de vez en cuando se aventuran a probar suerte en las sonadas carreras europeas. Ni haciendo el pino logran los italianos ese respeto que, como criadores, les debe reconocer el mundo entero. El mundo entero, dije, y no me retracto un milímetro porque todo el ganado de purasangre inglesa que puebla el orbe con vitola de “exclusivo, fantástico, campeón” y otro similares epítetos, existe gracias a los italianos: los Sadler´s Wells, Danehill y una interminable lista de sujetos excepcionales están ahí gracias a la existencia de un italiano: NEARCO. Pero no ha sido el hijo de Nogara el único salido de las latinas manos, pues en el mismo Longchamp o en Ascot aún están con la boca abierta quiénes contemplaron el galope de RIBOT, por muchos considerado el mejor corredor del siglo pasado. Y, sin ser exhaustivos, en los tiempos más modernos está FALBRAV, LE VIE DEI COLORI o RAKTI. Tienen que ganar un Grupo 1 en el extranjero para que la elite mundial se percate de su existencia. ¡Un poco más de respeto, señores! Para acceder a todas las direcciones relacionadas con las carreras más importantes de la semana, pulsar aquí
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